La playa se encuentra en el extremo oriental de la costa de Valdés, cerca del límite con Cudillero, distando dos kilómetros de la población homónima.
El enclave de Cadavedo fue galardonado con el premio pueblo más bonito de Asturias en 1954. Ocupa hoy en día lo que antaño fuese el emplazamiento del puerto medieval de Vallenarán, que se dedicaba a la caza de ballenas. Se trata de un pequeño laberinto de callejuelas asfaltadas entre hórreos superpuestos, casinas con jardines cuidados y presumidas villas indianas.
Playa de Cadavedo
La Ribeirona, nombre con que se conoce también a la playa de Cadavedo, nos espera allá abajo. Tiene forma de concha de 400 metros de longitud, y puede llegar a superar los 50.000 metros cuadrados de espacio playero en la bajamar. En ella se mezclan la arena con los cantos rodados, bloques y afloramientos rocosos. Sus aguas transparentes son idóneas para el baño, la práctica del buceo y la pesca deportiva. Cuenta con todo tipo de servicios y equipamientos. En las inmediaciones podemos disfrutar de calas algo más recónditas, alguna de difícil acceso.
Información de interés:
Cómo llegar:
La playa tiene acceso señalizado desde la N-632, muy cerca de la salida a Cadavedo, por una carretera que se sigue hasta dar con el indicador de la ermita de la Regalina. En ese punto se toma la bifurcación a la derecha, que desemboca directamente en la playa, al cabo de 1,5 kilómetros. Al término de la carretera existe un área de aparcamiento. Las playas de sus inmediaciones. El Churín y Tablizo o L´Abiera, tienen únicamente acceso peatonal, muy complicado en la primera de ellas.
Texto: © Ramón Molleda para asturias.com