Ruta a la cascada del Tabayón

Para alcanzar esta cascada en mitad de la montaña sólo hay que ponerse buen calzado, que se agarre bien al terreno y al barro. Es una ruta 100% recomendable, asequible para cualquier persona con un mínimo de forma física. Los niños la disfrutarán especialmente. Y las mascotas tanto o más que nosotros.

Bosques, arroyos, montañas proverbiales y los prados fosforitas del Parque de Redes. El escenario es perfecto para ponernos a caminar. La cascada final es un regalo para los sentidos. El colofón de una excursión que no olvidaremos.

Fotografías: © Roberto Molero en Flickr




Latitud: 43.1099815 Longitud: -5.2274108
Abrir localización en Google Mapsicono goole maps

Vamos a recorrer uno de los itinerarios más interesantes de Redes, visitando un salto de agua de más de 150 m, de caída casi vertical, organizado por las sonoras aguas del tabayón de Mongayu (Monumento Natural), que discurren por este enclave de destacados valores medioambientales. Comienza la ruta senderista en el pueblo casín de Tarna(996 m), próximo a la carretera AS-117 y accesible por un corto desvío. Nada más arribar al mismo, nos llama poderosamente la atención la iglesia parroquial que está bajo la advocación de san Pedro y su moderno trazado urbanístico, motivado por la reconstrucción que tuvo lugar durante la posguerra española. Fueron levantados como consecuencia de los violentos combates al inicio de la contienda civil; el pueblo fue devastado en su totalidad en octubre de 1937.

Cómo llegar a la cascada del Tabayón del Mongallu

Desde el panel indicador del sendero PR-AS 60, este itinerario, que circula por zona ZURE de uso permitido, avanza hacia el poniente por un camino hormigonado, en dirección a su cementerio. La ruta discurre después muy señalizada, bajo la sombra de grandes árboles y en medio de las mullidas praderías de Los Llinares, conjunto vegetal situado a la sombra del monte Saperu. Dos registros de una traída de aguas jalonan este tramo del recorrido, que, girando bruscamente desde el último, hacia la izquierda y por una empinada cuesta, nos lleva a una bifurcación, denominada Terreros (1.080 m.) (1,2 km., en 30 min.).

En el mismo crucero veremos un panel informativo que nos señala la ruta a seguir, bien sea a la cascada de Tabayón, por la derecha, o al llanu del Toro, hacia la izquierda. Como variante de esta ruta, y de manera optativa, nos iremos a este último lugar con el objeto de conocer sus famosos “rebollos”. Enfilamos la empinada cuesta que profundiza hacia el bosque del monte Cabanielles, tupida umbría de robles y hayas que cubre una buena parte de la vertiente norteña de la sierra de Mongayu. La traza del camino, que tiene a la derecha otra bifurcación que debemos soslayar, continúa hacia arriba jalonada con varios mojones piramidales hasta llegar al nº 10.

Aquí mismo, situados en un claro del bosque, la señal prosigue variando su rumbo a la izquierda, por un sendero que diagonalmente afronta otro nuevo repecho. Muy pronto hallaremos en medio de la frondosidad del bosque los “rebollos” del llanu del Toro (1.200 m.), grupo de árboles donde destacan dos grandes ejemplares de robles centenarios. El primero de ellos, cercado por una valla protectora, tiene un perímetro de 9,7 m. Se eleva en medio de un paisaje de impresionante belleza, lo mismo que el segundo ejemplar, situado un poco más arriba. Este, también vallado, posee un perímetro de 7,4 m. Tras la fantástica estructura de este monumento natural, se pueden contemplar a lo lejos las perfiladas siluetas de las montañas que componen el cordal de La Bolera, con La Abedular y el Montovio. En esta variante hemos recorrido 2 km. en poco más de 1 h. de marcha.

Ruta a la cascada del Tabayón

Desde Terreros, y tras soslayar el desvío anterior, seguimos con la ruta original por la pista, que se interna de nuevo en la penumbra del bosque. Sin grandes desniveles, cruzaremos más adelante las tormentosas aguas del arroyo Requexada por un singular puente de madera para situarnos de seguido sobre los prados de Cabanielles, lugar abierto por el cual descubrimos en el horizonte próximo la gran montaña del Maciédome.

Después de cruzar por este paraje, el camino-pista, siempre acompañado por mojones piramidales, confluye en la fuente Los Arellales (1.165 m.) (2,7 km., 1 h. y 10 min.), perfectamente restaurada y con un caño de madera y área de descanso. La ruta prosigue faldeando la ladera del monte Saperu, ahora ya por un camino que reemplaza la pista. Más adelante cruzaremos otra riega por un artesanal puente de madera, tras el cual nos situamos en otro de los escasísimos claros del bosque. Desde este despejado relieve, asoma el cuetu Negru, otra montaña integrada en esta magna naturaleza que deja al descubierto sus desnudas y oscuras torres de piedra. Sus fragosas barrancadas custodian la cascada de Tabayón, que pronto aparece a la vista cuando llegamos al límite oriental del bosque. Ante este insólito paraje aparece la explanada de La Campona (1.171 m.), ubicada bajo la cubeta del río Mongayu. Desde una encrucijada de senderos, giramos a la derecha y descendemos levemente hasta situarnos en el pastizal donde se levanta una cuadra, ahora en ruinas. En este mosaico paisajístico, que combina la tupida frondosidad y la quebrada orografía, podemos ascender de manera optativa a la base de la cascada, por un sendero dibujado entre matojos y pedreros. A su término y cercanos a la bellísima y sonora cascada, se sitúa un panel indicativo, desprovisto de texto (1.223 m.) (5 km., en 2 h.).

Ruta a la cascada del Tabayón

Desde la cascada, retornamos a La Campona (1.171 m.) (6 km., en 2 h. y 30 min.). Una vez aquí, y a pesar de la señalización indicativa que aconseja evitar el retorno a Tarna por el sendero P. R. AS-60.1 (debido a dos argayos, acaecidos en febrero de 2019, pero ya reparados al mes siguiente), seguimos el curso del arroyo Mongayu por la traza del camino que ahora reaparece. Con poca identificación al principio, enseguida muestra su amplia trayectoria, que mantiene y más adelante amplía, durante un sostenido descenso. Ante una pronunciada curva, se sitúa Rebelláu (1.034 m.) (7 km., en 3 h.), majada arropada por dos cuadras y rematada por un promontorio, desde el cual se contempla un extraordinario paisaje, enriquecido con la visión de la majada de La Ablanosa, situada al abrigo del canto El Osu.

Aquí, el camino se introduce de nuevo en el majestuoso hayedo del monte Saperu, con un repentino giro a la derecha que inicialmente toma rumbo netamente oriental. Tras salvar una nueva encrucijada que se desvía a la derecha, vamos venciendo este suave pero largo desnivel hasta situarnos en el cauce del río Nalón (903 m.) (8,5 km., en 3 h. y 30 min.). Cruzaremos sus caudalosas aguas por un hormigonado puente, que tiene después otra bifurcación en la cuadra de Llaría, con flecha indicativa, en dirección a la vega del Pociellu. Nos vamos a la derecha y ganamos de nuevo la carretera AS-117 por el caserío de La Armadiella. Como alternativa, podemos dirigirnos a Tarna por un buen camino carretero, que desciende al río y avanza intercalado entre este y la misma carretera (un argayo, ocurrido en el otoño del 2018, taponó buena parte de esta variante, que en el verano de 2019 se ha hecho más peligrosa). Sin posible pérdida, superamos la distancia que nos separa del pueblo (996 m.) (10 km., en 4 h.) siguiendo el curso de la carretera como mejor opción. Aquí damos por finalizada esta ruta senderista.

Libro «Redes, paso a paso»

Si quieres conocer de primera mano rutas y lugares como éste te recomendamos comprar el libro «Redes, paso a paso», escrito por Ángel Fernández Ortega en el que recoge caminos y rutas montañeras que ha recorrido durante más de 40 años por esta zona.

© · Textos y fotos extraídos del libro "Redes, paso a paso" de Ángel Fernández Ortega, editado por Delallama Editorial. Fotografías: © Roberto Molero en Flickr




Empresas destacadas
Interesante cerca de aquí
Ver más cosas cerca de aquí