Hoy pasearemos por tres localidades que guardan ese sabor histórico, pequeñas aldeas que merecen una visita y que nos permiten recorrer buena parte de la geografÃa asturiana.
San Emiliano, la aldea perdida
Estamos en un punto perdido de un gran municipio montañoso de 370 kilómetros cuadrados y apenas 2.000 habitantes: Allande. Callejuelas desordenadas y destacando la Casa de La Torre. Este conjunto señorial está organizado en torno a una torre cuadrangular, de tres plantas y construida en el siglo XVI, a la que se adosan dos cuerpos de menor altura, uno coetáneo de la torre y el otro algo posterior. La Torre luce cuatro escudos correspondientes a algunas de las familias más poderosas de Allande.
Sin duda un pueblo con sabor medieval que no deja a nadie indiferente.
San Emiliano, la aldea perdida de Allande
Les proponemos aquà un encuentro sorprendente con la leyenda. Pasear por un pueblo que, aunque habitado, … Leer más
Bandujo, casonas familiares del medievo
Bandujo, conocido en la Alta Edad Media como Vandugio, está ubicado en el municipio de Proaza.
Su barrio más famosos es el de El Palacio, en él se encuentran dos torres representativas con escudos y blasones, un buen número de hórreos y paneras, sin olvidar una visita a su singular cementerio.
Un lugar perfecto para desconectar. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2009.
Bandujo, pueblo medieval
Proaza, uno de los concejos, junto con Santu Adrianu, Quirós y Teberga, por los que pasa la popular Senda … Leer más
Argul, paseo medieval en el suroccidente
En el municipio de Pesoz destaca el asentamiento medieval de Argul, declarado en el año 2004 Bien de Interés Cultural por el Principado de Asturias. Está situado a unos 5 kilómetros de la capital del municipio en el margen izquierdo del rÃo Agüeira, en la zona del alto Navia, zona occidental de Asturias. El núcleo de Argul constituye una de las mayores singularidades arquitectónicas del occidente de Asturias, sus casas son construcciones de piedra, pizarra y madera y cuentan con pasillos, galerÃas y túneles para el paso de personas y ganado y altos corredores para transitar de unas edificaciones a otras sin pisar la calle, lo que en la zona se denomina «veiriles».
Texto: © Ramón Molleda para asturias.com
