Esta cumbre se alza en el último cordal de alta montaña que nos topamos en la Cordillera Cantábrica si la recorremos de Este a Oeste. Las Ubiñas, también denominadas desde la vertiente asturiana como los Alpes Tuizos, por la cercanía al pueblo de Tuiza (en el municipio de Lena), forman un sistema montañoso aún muy desconocido en el resto de España. Sin embargo, Peña Ubiña es, con sus 2.411 metros de altitud, una de las montañas más altas del norte de la península y rivaliza con la cima próxima del Fontán, de 2.415 metros. Aunque existen disparidad de criterios sobre cuál de las dos es más alta (en función de la cartografía consultada), presentan similar morfología, brotando como inmensos paredones calizos sobre los pastos extensos y redondeados del Parque Natural de las Ubiñas – La Mesa. Un territorio dominado por las variaciones altitudinales y los grandes contrastes climáticos entre los valles y las cumbres, lo que le confiere una gran variedad botánica y favorece el asentamiento de osos pardos, urogallos, rebecos y aves rapaces.
Parque Natural de Las Ubiñas – La Mesa
Se trata de un magnífico territorio de montaña con un relieve de fuertes contrastes, ubicado en la …
Una peña con mucha historia
Peña Ubiña se encuentra en la divisoria entre el Principado de Asturias (concejo de Lena, valle del Huerna) y la provincia de León (comarca de Babia, municipio de San Emiliano). En opinión de expertos montañeros y clubs senderistas, esta montaña sólo es superada en belleza por el Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes. Su nombre parece derivar del latín, del adjetivo albinus (blanco), albina (blanca), pasando por el filtro asturiano: Pena Ubina (peña blanca) antes de la introducción castellana de la ñ. Otros estudios sugieren que el topónimo guarda relación con el adjetivo latino ovinus, aludiendo a los rebaños trashumantes de ovejas en sus puertos (ganado llegado de Extremadura desde tiempos inmemoriales). Aún en los pueblos de Babia los más viejos del lugar preguntan a los excursionistas: «¿vais pa Peña Ovina?».
El caso es que a Peña Ubiña le gusta vestirse de blanco, sea con nieve en su pico o con ovejas en sus inmediaciones. Fue declarada Paisaje Protegido en el año 2006, ya que sus altitudes, así como la variedad de sustratos calcáreos y silíceos favorecen una gran diversidad paisajística en los valles que la circundan, con grandes hayedos, acebedas, robledales o abedulares.
Ascenso a Peña Ubiña desde Tuiza
Esta ruta tiene dos partes claramente diferenciadas.
La primera es una excursión asequible de unos 50 minutos, transitando por buenos caminos, aunque de moderada pendiente, hasta el refugio de montaña de El Meicín.
La segunda parte es otra cosa: una ascensión de alta montaña en toda regla, con tramos no señalizados que discurren por pedreros, crestas o canales y que no es apta para personas no experimentadas ni que sufran de vértigo.
Si nuestro objetivo no es hacer cumbre podemos acercarnos a la vega del refugio y disfrutar del entorno. Una excursión muy agradecida de desnivel tolerable. Pero si nuestra idea es hacer cumbre, la cosa cambia. Aunque para llegar arriba no se necesiten cuerdas ni tengamos que sortear grandes pasos aéreos, sí será preciso echar las manos al suelo en bastantes puntos. También nos podemos encontrar con nieve tardía hasta bien avanzado el verano.
Estos son los datos técnicos de la ruta:
Dificultad de la ruta: alta
Desnivel afrontado: 1.200 metros
Distancia: 12 kilómetros
Tiempo empleado: 7-8 horas
Salimos desde las inmediaciones del centro de interpretación del Parque Natural de las Ubiñas – La Mesa ubicado en Tuíza de Arriba. En este área hay habilitado espacio suficiente para dejar el coche. Tomaremos el sendero de verano que lleva a la vega y al refugio del Meicín, ubicado a 1527 metros de altitud. Se trata de un sendero bien marcado que atraviesa grandes praderías y pastizales, sin posibilidad de pérdida gracias a las numerosas indicaciones para llegar al refugio. El recorrido también se puede hacer duro por momentos, al afrontar alguna que otra cuesta de consideración. No debemos olvidar que nos encontramos en un entorno de alta montaña.
Tras unos 2 kilómetros largos de caminata llegamos al refugio y a la vega del Meicín, un lugar de extraordinaria belleza, un valle glaciar rodeado de grandes cumbres como La Peña Cerreos, Castillines, el Siete y Portillines, todas por encima de los 2.000 metros de altura al igual que la propia Peña Ubiña. La montaña a la que nos dirigimos y que ya vemos muy cerca -aunque para alcanzar su base aún debemos caminar un buen trecho.
Oteamos la senda que continúa hasta nuestro próxima meta: el collado de Terreros. Es una larga lengua verde en ascenso salpicada de rocas calcáreas que debemos remontar con esfuerzo y cautela. Esta empinada cuesta la llaman los lugareños la ladera del Forquéu.
Una vez llegados al alto (de estupendas vistas) cruzamos una portilla (que hay que dejar cerrada) y transitamos por un gran pedrero bajo los murallones de Peña Ubiña para situarnos, por fin, en la base de Peña Ubiña. Desde aquí se percibe a simple vista el trazado que asciende vertiginoso y empinado hasta la cima.
Este es el tramo más duro sin duda. La pradera se ha convertido en roca y piedra por completo. No usaremos cuerdas, pero habremos de avanzar un poco como las cabras, apoyando las manos en lugares concretos y con mucha precaución. Seguiremos los jitos, las señales de pintura y la vía que han ido esbozando los miles de montañeros aficionados a esta cumbre. Nos iremos acercando poco a poco a una afilada pero transitable cresta que nos comunica finalmente con la cima.
Hemos conquistado la montaña más alta del centro de Asturias. Estamos en una cota habitualmente nevada y que es punto referencial desde cualquier coordenada. Con un buen día de sol, sin nubes ni bruma a la vista, se distingue un vasto mapa del territorio leonés, las montañas castellanoleonesas, las de Galicia y Cantabria, la costa asturiana y los Picos de Europa.
El descenso hacia Tuíza lo realizamos por el mismo itinerario. Regresamos con la emoción contenida y la experiencia grabada muy dentro, sin perder la atención y con mucha precaución para evitar accidentes.
Fotografías: © Grupo de Montaña San Nicolás