Este paseo o ruta de los miradores es un recorrido muy asequible, con una senda perfectamente acondicionada y señalizada. El recorrido es apto para todas las edades y llega a hacerse imprescindible, pues sin grandes exigencias físicas, con mucha calma, nos permite descubrir uno de los paisajes más espectaculares de toda Asturias. Lo que ya es mucho decir.
Una senda costera muy privilegiada
Carteles explicativos nos dan a conocer en todo momento en qué punto nos encontramos y cuáles son los tesoros naturales en los que hemos de fijarnos. También hay fuentes, bancos y mesas en pequeñas áreas recreativas, abundantes tramos de sombra e incluso zonas cubiertas en las que es posible resguardarse del sol o de la lluvia en caso de necesitarlo. El itinerario tiene numerosos méritos medioambientales y se integra en el Gran Recorrido GR-204 que transcurre por toda la costa asturiana, de oriente a occidente. En este caso se trata de la etapa número 14 y ha sido declarada Sendero Azul por favorecer la divulgación de este ecosistema. Forma parte también de la Zona de Especial Conservación Cabo Busto – Luanco, un espacio integrado en la Red Natura 2000 de la Unión Europea por su privilegiada biodiversidad.
Esta excursión es recomendable en cualquier época del año, pues dependiendo de las estaciones tendremos unos alicientes u otros. En la temporada de invierno, y hasta bien entrada la primavera, podemos ser testigos de la fuerza del Cantábrico en todo sus esplendor. Durante el verano quizás queramos acercarnos a las playas y calas para disfrutar de un buen baño (aunque no en todas es igual de propicio).
Mirador a mirador
El itinerario en sí es serpenteante. Un camino empedrado que transita por el litoral de Muros del Nalón, en la costa central de Asturias. Está muy bien señalizado y no tiene pérdida. Cuenta con indicadores de distancia cada 500 metros y con flechas indicadoras en los cruces. Podemos hacer el camino en dos sentidos, iniciando la marcha en la localidad de San Esteban de Pravia o partiendo de la playa de Aguilar, limítrofe con el vecino concejo de Cudillero. Tanto en un punto como en otro existen amplias zonas de aparcamiento.
El terreno por el que avanzaremos es prácticamente llano, salvando el tramo del inicio o el final, en subida o bajada, dependiendo de donde salgamos. Son 9 kilómetros en total, ida y vuelta, con parada obligada en distintos balcones con vistas al escarpado litoral.
Ruta de los Miradores desde San Esteban de Pravia
Desde el parking ubicado en el puerto accedemos a las escaleras que conducen, 400 escalones más arriba, a la ermita del Espíritu Santo y su mirador anexo. A corta distancia existe un merendero muy bien dispuesto. Si vamos en bicicleta podemos usar un trazado alternativo que evita las escaleras, sorteando lo 115 metros de desnivel gracias a una senda peatonal/carril bici que parte también de San Esteban. En caso de hacer la ruta con niños muy pequeños y con sillita, podemos acercarnos a la ermita en coche y empezar desde ahí el recorrido.
San Esteban de Pravia
Hubo un tiempo no muy lejano en el que este puerto de San Esteban de Pravia se trabajaba a destajo durante 24 …
En este primer mirador ya nos hacemos idea de las panorámicas que nos aguardan. Al Oeste vemos acantilados, las playas del Focarón, el Garruncho y la Guardada. Más a lo lejos se divisa la costa de Cudillero. Al Este distinguimos las extensas playas de los Quebrantos, el Playón de Bayas o la Isla de Deva, además de la desembocadura del Nalón.
Atravesamos bosques de pino y eucalipto y llegamos a un área de descanso. Muy cerca se encuentra el mirador de l´Atalaya (a un kilómetro más o menos de la ermita). La arena dorada que vemos a nuestros pies son la de la playa homónima de l’Atalaya y la de la Cazonera. En este enclave las paredes de los acantilados caen abruptamente, superando desniveles de 100 metros.
Nos adentramos después en una pequeña arboleda de eucaliptos, castaños y laureles, el llamado bosque de Reborio. Cruzamos dos puentes de madera y alcanzamos el mirador de los Glayos. Terraza natural que nos regala una panorámica única, especialmente en días claros, cuando podemos seguir con la vista todo el perfil quebrado de la costa hasta identificar el mismísimo cabo Vidio y su faro.
Cabo Vidio
El poderoso Cantábrico ha tallado esta obra de arte en plena Costa Verde, dentro del Paisaje Protegido de la …
Seguimos avanzando por la senda hasta el Alto de las Llanas. Cuarto mirador. Aquí existe otro área de descanso. A nuestra izquierda, las aisladas calas rocosas de Xan Xun y Rabadugo. Frente a nosotros la playa de arena fina de las Llanas, a la que es posible bajar -siempre con prudencia- por una empinada escalinata.
La senda toma una inclinación descendente para conducirnos al último de los miradores de esta ruta. Se conoce como El Miradorio, y en sus inmediaciones se hallan los restos arqueológicos del Castro del Campón. Desde aquí observamos la pequeña playa de Xilo y la de Aguilar, final del recorrido, a la que podemos acceder atravesando un pequeño bosque costero y descendiendo por una pendiente moderada.
Si se nos ha hecho corta la excursión, siempre cabe la posibilidad de alargarla un poco más desde la propia Aguilar hasta la villa de Cudillero, unos seis kilómetros más al oeste. Otro paseo por la costa que no ofrece demasiadas complicaciones, a pesar de que uno de sus tramos discurre por la carretera.
Playa de Aguilar
La Playa del Aguilar es la más concurrida del municipio de Muros del Nalón. Tiene más de 640 metros …
Para volver a San Esteban de Pravia lo hacemos reandando el camino. Así que en el tramo final nos tocará descender los 400 escalones, desde la ermita al puerto de la villa marinera. Allí nos esperan los viejos cargaderos de carbón y las grandes grúas Babcock Wilcox, la bella estampa de la desembocadura del más caudaloso de los ríos asturianos: el Nalón.
El paisanaje marinero y una excelente gastronomía hacen confluir en la villa de San Esteban de Pravia un montón de motivos para visitarla. En su paseo fluvial abundan bares y restaurantes , donde degustar pescado local y marisco fresco. Además, en este puerto se pueden presenciar unas preciosas puestas de sol sobre el río Nalón.
Información de interés
- Ruta fácil, bien señalizada, de 9 kilómetros (ida y vuelta) y unas 3 horas (aprox.) de duración.
- Siempre hay que tener precaución con el acantilado.
- Es un espacio protegido por lo que hay que ser especialmente cuidadoso con la naturaleza.
- Seguir en todo momento la senda trazada, evitando caminar por atajos para no alterar la vegetación.
- Llevar consigo los residuos y depositarlos en los contenedores de reciclaje que hay en las áreas de descanso.
Fotografías: © Roberto Molero en Flickr