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Santa Cristina de Lena

Santa Cristina de Lena

Un enigma milenario

Santa Cristina de Lena

Santa Cristina es única. Un monumento con más de mil años que resulta un pequeño secreto dentro del paisaje asturiano. El conjunto de iglesia primitiva y loma perfectamente contorneada ejerce una seducción mágica, un poder telúrico que parece ir más allá de la propia construcción prerrománica y de su evocador horizonte. Sólo por sentir esta sensación merece la pena acercarse a este alto.

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Latitud: 43.1273613 Longitud: -5.8144283
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Esta joya del prerrománico asturiano, quizás la más desconocida, es visitable si lo planeamos con un poco de tiempo y llamamos a la guardesa para concertar cita. Su nave central apenas supera los 10 metros de longitud por los 6 de ancho. Es una «miniglesia», podríamos decir, pero su extrema sencillez y la cantidad de detalles admirables en tan poco espacio la convierte en algo precioso y excepcional. Un templo ecléctico: aúlico y sagrado, de los más singulares de su época. Misterioso también, como un eslabón perdido que no admite explicaciones definitivas acerca de su origen.

Santa Cristina fue declarada Monumento Nacional en 1885 y Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1985, junto con otros monumentos prerrománicos de Asturias; monumentos que en todos los casos plantean la incógnita de quién fue su arquitecto y de cómo él y su equipo pudieron llegar a dominar un tipo de construcción compleja y de ejecución perfecta, que no cuenta con ningún antecedente previo en el continente.

La historia de Santa Cristina de Lena

Su indudable atractivo histórico-artístico parece remontarse a tiempos inmemoriales, alimentando leyendas, un montón de teorías historiográficas y siendo foco de debate continuado entre multitud de especialistas.

Se encuentra coronando una suave colina que, según cuenta la leyenda, esconde una cueva en la que vive una gallina (la reencarnación de una doncella asesinada por su padre) que pone huevos de oro y que una vez cada cien años se deja ver por los alrededores de Santa Cristina. Otras narraciones populares hablan de tumbas con huesos gigantes que fueron encontradas en las inmediaciones.

La historia realmente documentada parece poner en duda el fundamento cristiano del lugar. La actual iglesia pudo ser el punto final de una serie de construcciones levantadas sucesivamente en este enclave. Se presume que algunos medallones localizados entre los arcos fueron limados con la intención de ocultar iconografía profana. Lo mismo ocurre con otros motivos del interior de la iglesia que se alejan de una concepción sacra.

El emplazamiento de Santa Cristina, una importante atalaya sobre la comarca lenense y las vías que comunicaban Asturias y la meseta, es un lugar emparentado con aquellos preferidos para erigir túmulos, dólmenes o castros. Según los expertos, también pudo ser un aula palatina pensada para el recreo de la corte astur, quizás el antecedente más cercano al proceso de cristianización del sitio. Sobre Santa Cristina se han vertido todo tipo de teorías y conjeturas que, aunque más o menos razonadas, no se han podido constatar documentalmente y por eso nunca han llegado a ser categóricas.

Su verdadera puesta en valor como monumento se remonta a finales del siglo XVIII cuando, entre otros, Jovellanos visitó Santa Cristina y elaboró una serie de planos y dibujos del monumento. En 1892 tuvo lugar la primera actuación documentada que existe: la iglesia, tras varios siglos de abandono, fue restaurada con mucho criterio y acierto por Juan Bautista Lázaro, responsable de obras en la Mezquita de Córdoba y autor del Palacio de Cristal de Madrid. Esto muestra claramente la importancia que se otorgaba a este monumento en el siglo XIX. Ya en el siglo XX se suceden varias excavaciones arqueológicas, así como otras obras de mantenimiento y restauración que han permitido que hoy podamos admirarlo bajo un estado de conservación mágnífico.

Santa Cristina, monumento prerrománico

Pequeña, solitaria y majestuosa sobre una loma de ensueño, Santa Cristina de Lena es ante todo una figura esbelta a la vez que recia, facturada con la típica piedra cálida del arte prerrománico. Presenta una planta en forma de cruz griega, propia de las iglesias visigodas, una característica que la hace más única todavía. Aunque la iglesia se adscribe al reinado de Ramiro I (842-850), algunos autores sostienen que en realidad se construyó en el siglo VII y que posteriormente se reconstruyó, quizás bajo la dirección del mismo arquitecto de Santa María del Naranco o de otro que conociese las técnicas constructivas. Su datación siempre problemática, como se ha dicho, lleva al algunos a defender que su reconstrución podría ser anterior a la edificación de Santa María (consagrada en el año 848).

Fascinados por sus piedras robustas y por la perfecta simetría que crean tal cantidad de contrafuertes y salientes, nos ponemos a dar vueltas a su alrededor para saber si es posible que tenga, como dicen, 365 esquinas, tantas como días tiene el año. Bajo un arco de medio punto está la única puerta de acceso, algo muy singular de nuevo, pues las iglesias asturianas de este periodo suelen tener tres. Esto indica que todos los feligreses sin distinción entraban por el mismo sitio, y teniendo en cuenta que los fieles se separaban por sexo en la Alta Edad Media, hay quien sostiene que Santa Cristina estaba al servicio de una comunidad religiosa femenina.

Una vez dentro comprobamos que, al igual que por fuera, se encuentra perfectamente conservada. La nave central está dividida en tres zonas. La cabecera, elevada un metro sobre el suelo, se separa del resto de la iglesia por un iconostasio que no podremos ver in situ en ningún otro templo románico del mundo. Lo forman tres arcos de medio punto sobre columnas y capiteles, y se accede al mismo por dos escaleras laterales. Debajo del arco central podemos admirar un cancel con talla de cruces y rosetas, de época visigoda reutilizado, que en su día ayudó a los actos litúrgicos, separando el presbiterio de la zona destinada a los feligreses.

También resulta de gran interés la tribuna existente sobre el pórtico a la que se sube por una escalera del costado interior de la iglesia. Una estructura que se repite en varias iglesias asturianas y que en Santa Cristina de Lena cuenta con la particularidad de prolongarse, sostenida por un gran arco de medio punto y con el fin de ganar espacio, sobre el primer tramo de la nave; como un «balcón» exclusivo sobre el espacio eclesial.

Los relieves que pueden verse en Santa Cristina son tallas con motivos animales y también bélicos (guerreros a caballo) quizás porque en su entorno siempre hubo escaramuzas para conquistar el territorio. Llaman la atención dos capiteles que parecen representar dos búhos. Inicialmente, los historiadores los describieron como «capiteles con volutas, realizadas con un dibujo inciso». Pero si en realidad son búhos, como señalan otros estudios, estaríamos ante animales relacionados con la visión totémica mortuoria de los pueblos paganos y prerromanos.

Toda la iglesia está abovedada y el transito entre los distintos ambientes es a través de arcos de medio punto. La cubierta de la nave central es muy semejante al de la de Santa María del Naranco; una bóveda de cañón sobre arcos perpiaños apoyados en columnas adosadas y capiteles troncopiramidales. El espacio es angosto pero extraordinariamente bello, la entrada de luz natural resulta escasa, pero a ciertas horas del día se deja ver un juego de haces luminosos con un efecto muy espiritual.

Cómo llegar a Santa Cristina de Lena

Se encuentra en el concejo de Lena, a 35 km al sur de Oviedo y a sólo 3,5 de Pola de Lena continuando por la autovía A-66 (salida Pola de Lena). Coordenadas GPS: 43º 7′ 38,33 N 5º 48′ 51,65 O. La iglesia se localiza sobre una colina de la parroquia de Felgueras cercana a Vega del Rey. En las inmediaciones encontramos el Aula Didáctica de Prerrománico Asturiano, ubicada en la antigua estación de La Cobertoria, frente al apeadero.

Existen tres accesos a la iglesia. Uno con bastante pendiente y empedrado que se inicia al pasar por debajo del puente del apeadero. Los otros dos parten de la estación y pasan por debajo del puente igualmente. El primero de ellos se inicia al poco tiempo y tiene menos pendiente que el anterior, pero para tomar el otro hay que avanzar por la misma pista un poco más lejos hasta toparnos con un desvío señalizado que entronca con el tramo final hasta la iglesia. Para aparcar el coche existen dos opciones: dejarlo en la misma estación y subir por alguno los caminos indicados, o estacionarlo en el aparcamiento «oficial», un poco más arriba de la estación. Este aparcamiento conecta directamente con el último de los caminos señalados y es accesible para todo tipo de personas, sillas de ruedas y carritos de bebés.

No es mala idea acercarse a este enclave el último domingo de julio, cuando se celebra la romería en honor a Santa Cristina de Lena. Tras la misa se celebra la popular «Puya´l ramu», una subasta de panes en honor a la santa.

Información de interés:

Lo más importante para ver poder ver el templo por dentro, es concertar la visita llamando a la guardesa antes de acudir.

Guardesa 609 94 21 53 / 985 49 05 25

Teléfono del Aula Didáctica del Prerrománico Asturiano, ubicada frente al apeadero de la antigua estación de ferrocarril de la Cobertoria, en la localidad de Lena: 985 49 76 08

Tarifa simbólica: 2 € adultos; 1 € infantil; 1,50 € grupos de más de 20 personas
Horario: Lunes cerrado. Mes de noviembre cerrado.
Martes a domingo: 11 h a 13:00 h / 16:30 h a 18:30 h
El templo se abre por las tardes exceptuando el mes de noviembre.

© Fuentes: fotos propiedad de Juan F. Santos, Roberto Menéndez y Oficina de Turismo de Lena. © Texto: Ramón Molleda apara asturias.com





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