Leonor y Carlos llegaron a la villa de Llanes tras partir de Hiddelburgo 19 días antes, desviándose de su destino inicial: Santander.
La comitiva real fue recibida con honores por las gentes de Llanes, engalanaron sus casas con ramos y alfombraron el pavimento con flores. El cronista Sr. Vital así lo recoge: «que si mejor lo hubiesen podido, con más gusto lo hubiesen hecho».
Se acomodaron en la casa de Juan Pariente en la calle Real (Mayor) y allí recibió Carlos a los señores de la villa para el besamanos. Mientras, Leonor recorrió aquella villa marinera, bien protegida entre murallas y cuyos pilares eran: el Ayuntamiento y Regimiento y la Iglesia, también la Cofradía de Mareantes del Sr. San Nicolás, a quien sus abuelos maternos, los Reyes Católicos, habían aprobado ordenanzas.
La ruta propone un recorrido en el tiempo y en la historia marinera por la villa para visitar siete lugares de gran interés: la plaza de Santa Ana, El Fuerte, la Basílica, Mirador de San Pedro, El puente, San Antón y el puerto.
1· Plaza de Santa Ana
2· El Fuerte
3· La Basílica
4· Mirador de San Pedro
5· El puente
6· San Antón
7· El puerto
· Plaza Santa Ana
La princesa Leonor atravesó la calle Real y se acercó al Palacio de San Nicolás o del Marqués de Gastañaga, una construcción señorial de estilo gótico ubicada en la plaza de Santa Ana, topándose después con la muralla (es el segundo tramo en longitud del norte de España), finalmente contempló la capilla de San Nicolás, patrono de las gentes de la mar.
· El Fuerte
Antes de anochecer aquel sábado de septiembre, caminó hasta el Fuerte, aún sin armar, ya que lo pertrecharía, con cinco piezas de artillería, bastiones y cestones, su sobrino, el rey Felipe II, hijo de su hermano a quien ella acompañaba.
· La Basílica
De domingo, el rey Carlos I y su hermana fueron a oír misa a la iglesia, entonces estaba rodeada de encinas y tan solo había hórreos en rrededor y no viviendas por aquel entonces. El Emperador contribuiría con una abultada cantidad para sufragar las obras que se estaban realizando en el recinto eclesiástico.
Es uno de los pocos ejemplos del gótico en Asturias. Su construcción se inició en 1240, continuándose hasta el siglo XIV-XV. Cuenta con dos portadas románicas, fuertemente abocinadas, una torre campanario y un pórtico del siglo XVI que protege a la portada del lado Sur.
· Mirador de San Pedro
Tras la misa, la princesa Leonor se dirigió a través de un sendero a un montículo pedregoso, en el que los marineros habían alzado una ermita en honor a San Pedro. Allí quedó impresionada por las vistas al mar y a la villa, con sus casonas, sus torres, sus montañas y su río.
El Paseo/Mirador de San Pedro en Llanes
El Paseo de San Pedro es uno de los puntos neurálgicos de la villa de Llanes. Al menos lo es para el … Leer más
· El Puente
Por la tarde, mientras su hermano Carlos disfrutaba de una corrida de toros, Leonor se acercó al puente, que se había construido hacía poco tiempo y que permitía no coger una barca para cruzar de una a otra orilla. Cerca se ubica «La Casa de las Sirenas», con dos cinceladas en una ventana; y allí escucharía al alcalde de la Cofradía la leyenda del pescador que nadaba como un lucio ya que era hijo de una sirena y un hombre.
· San Antón
Leonor solicitó visitar una pequeña capilla que divisó en la otra orilla. Era la ermita bajo la advocación de San Antón, donde se depositó la imagen de la Virgen de Guía cuando ésta fue rescatada de la mar. Le contaron que tras varias apariciones en un cerro sobre la villa, en 1516 se construyó en aquel promontorio una ermita de madera.
· El Puerto
Como punto final de esta ruta por la localidad, y con el tiempo justo para llegar a Vísperas, Leonor visitó la zona portuaria, el muelle que partiendo de «El Campu del gatu» separaba el río de la playa del Sablín, y quizá también el muelle de Santiago. Allí se sorprendió de la valentía de los marineros locales capaces de cazar voluminosos cetáceos.
Texto: © Ramón Molleda para asturias.com
