Con la disculpa de descubrir una a una las esculturas, nos adentramos en una senda flanqueada por castaños, avellanos, fresnos, abedules, tejos… algunos de gran tamaño y antigüedad, como el milenario texu de la Malatería. Existen tramos en los que podemos disfrutar de unas panorámicas impresionantes del valle de Ardisana y de la sierra del Cuera. Otros puntos de interés son los hórreos de Riucaliente, y, en la misma Ardisana, la lglesia de Santa Eulalia (s. XIII-XVIII), la casa de los Posada, la casona del Corajarrieru (s.XVII) y la casona de los Arnero (s. XVI).
Se trata de una ruta idónea para toda la familia, donde los niños disfrutan doblemente, y que no conlleva grandes desniveles ni riesgos de ningún tipo; una magnífica oportunidad para adentrarse en la naturaleza más autóctona y sentir su verdadero encantamiento con las explicaciones adicionales de la mitología, que en último término describen a la perfección el sentido ancestral del paisaje del Principado.
«Soy el Nuberu. Yo mando sobre la lluvia y los vientos. El relámpago es mi látigo y el trueno mi voz. ¿Quieres llegar seco al final de tu camino? Pues respeta la naturaleza o tendré que enfadarme». Eso es lo que nos dice el Nuberu, rey de las lluvias y la tormentas, cuando nos sale al paso altivo y quizás malhumorado. Pero hay mucho más: una reunión de traviesos trasgos; el Sumiciu que nos aconseja que revisemos los bolsillos por si nos falta algo; el hombre del sacu, mítico personaje que atemoriza a los infantes; El Pataricu, gigante mitológico marino, «comeniños» dotado de un solo ojo y pariente de Polifemo; el Diañu Burlón, que puede cambiar de forma a su antojo; el Cuélebre, dragón custodio de tesoros y princesas; el Busgosu, guardián de los bosques; la lavandera, la castañera, etcétera.
El encantamiento se acerca al fantástico mundo del bosque animado y de la Santa Compaña, esa procesión de figuras con sudario, pues a medio camino nos tropezamos con la Cruz de los Garabiales, de 1761, donde se detenían los cortejos fúnebres que subían desde el valle hasta el cementerio de Villanueva.
¿Cuántos kilómetros tiene la ruta del Camín Encantáu?
La ruta de El Camín Encantáu ha sido diseñada en forma circular. Sus nueve kilómetros recorren 9 aldeas. Afrontar el recorrido a pie obligará al visitante a emplear unas tres horas. Para los que no quieran caminar y opten por el coche pueden hacerlo por la carretera que comunica las distintas aldeas, y limitarse a hacer la senda que transcurre entre Ardisana y Riucaliente con un tiempo estimado de treinta minutos.
¿Dónde empieza el Camín Encantáu?
Si decidimos ir a pie todo el recorrido, la senda que parte de la localidad de La Venta discurre a través de caminos tradicionales, bosques y zonas de prados y pastizales, y pasa por las localidades de La Venta, Gomezán, Malatería, Palaciu, Ardisana y Riucaliente. Hasta aquí se tardan unas tres horas. La vuelta desde Riucaliente hasta La Venta puede hacerse por la carretera. Para llegar a La Venta hay que partir de la localidad de Posada de Llanes y enfilar la carretera a Cabrales por Turanzas, Vibañu, Riofrío y Puente Nuevo; en Casa Morán desviarnos a La Venta – Ardisana.
Rutas por Llanes
Dar un paseo por Llanes, recorrer la ruta de los bufones, hacer la senda costera y dejarte sorprender por el…… Leer más
Texto: © Ramón Molleda para asturias.com
