La Fiesta del Pastor, es uno de los encuentros más emblemáticos de toda una forma de vida. La celebración supone un acto de homenaje a esa comunidad unida que ha roto las barreras del tiempo.
Cerca del cielo, a más de mil metros de altitud, y en el inimitable paraje de los conocidos Lagos de Covadonga, se suceden las pruebas, como la ya clásica carrera alpina «La escalada a la Porra de Enol», en la que se abandona el trajín sereno de otros días de trabajo por las prisas de un cross con desniveles mil y contra el reloj. Durante la jornada también se montan los caballos «a pelo», sin artificios de monturas, se miden las fuerzas tirando de la cuerda por equipos y otro buen número de destrezas varoniles en las que gana el músculo o la técnica. Paralelamente, grupos de coros y danzas amenizan el evento, y se concursa al mismo tiempo en piezas inigualables de artesanía pastoril.
Lagos de Covadonga
Subir a los Lagos de Covadonga tiene mérito, sobre todo si se hace en bicicleta. Son 12 kilómetros …
Los actos comienzan ya por la mañana. Tras la misa en la Capilla del Buen Pastor se reúnen en Consejo Abierto la Corporación y el Consejo de Pastores con la finalidad de repartirse los pastos de la montaña de Covadonga de forma equitativa. También se elige mediante votación popular al que será el nuevo Regidor de Pastos, encargado de velar por que se cumplan sus ordenanzas tradicionales. No todo es fiesta, pues los pastores suelen aprovechar la ocasión para reclamar a la administración local o regional, así como a los responsables del Parque, una mayor atención hacia sus problemas. En este sentido los últimos años la preocupación dominante es el lobo, y la necesidad de controlar sus camadas para proteger las cabañas ganaderas.
Las celebraciones y sus actos anexos se vienen desarrollando desde 1939 y ya ha sido declarada Fiesta de Interés Nacional. A parte del atractivo festivo descubrimos en la cita que este grupo humano ha venido heredando un orden de funcionamiento, unos órganos de gobierno propios y unos usos sociales en beneficio de la comunidad, que priman siempre sobre los intereses individuales.
Los pastores de los Picos de Europa recibieron en 1994 el galardón de Premio Príncipe de Asturias al Pueblo Ejemplar. Su Alteza destacó en aquella ocasión el sacrificio de unos hombres y mujeres en los que prevalece la conservación del patrimonio histórico, cultural y medioambiental. Y es que el pastoreo es uno de los artífices de la belleza de las vegas asturianas, pues nadie como ellos desde tiempos remotos ha tenido mayor conocimiento ni mayor mesura en el cuidado de estas tierras altas. A la vez que desarrollan su actividad respetan el medio y lo mantienen limpio, en óptimas condiciones naturales para que se perpetúe en sí mismo, tal y como ya lo conocieron sus antepasados. Hoy en día son muchos los que siguen viviendo del ganado, que durante el invierno pasta en los valles para entre abril y octubre subirlo a los puertos. Desde antaño los pastores se organizan por majadas, de titularidad pública, que normalmente se corresponden con los pueblos de origen de los pastores en la baja y media montaña.
Pueblos ejemplares de Asturias
La Fundación Princesa de Asturias concede este premio al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio …
La Fiesta del Pastor no tiene parangón en Asturias, y a buen seguro que es el mejor escaparate para conocer un modo de vida en el que el medio está por encima de todo, como un totem incuestionable y con los tabús propios que exige la atención esmerada y afectuosa hacia la naturaleza.
Accesos a la Fiesta del Pastor
El 25 de julio, día de la Fiesta del Pastor, el acceso será libre para todos los vehículos particulares, no habrá ningún tipo de restricción tanto para la subida como para la bajada.
Texto: © Ramón Molleda para asturias.com