Coronar el Picu Pierzu es alcanzar una nueva dimensión en materia de vistas panorámicas. Se trata, sin duda, del mejor mirador del Parque Natural de Ponga y uno de los más bellos de la cordillera cantábrica.
Y es que el Picu Pierzu (1.542 m.) es una montaña que ya resalta claramente de las que tiene alrededor por su esbeltez. Hablamos de una especie de pirámide gigantesca y rocosa que se levanta orgullosa sobre su entorno, divisándose desde numerosos puntos. Para llegar a ella lo mejor es emprender el camino fácil: la subida por el Sur desde la Collada Llomena (el resto de sus vertientes presentan grandes desplomes, con desniveles extremos y largos recorridos; en condiciones de poca visibilidad y pérdida de orientación estas rutas resultan peligrosas y muy poco aconsejables).
El itinerario que proponemos aquí es la ascensión fácil, la mejor ruta posible, con una distancia y un desnivel relativamente asequible, de escasa duración, bien señalizada y con un paisaje extraordinario a nuestro paso. Por eso es muy importante elegir un día totalmente despejado; un factor clave a tener en cuenta para poder admirar el recorrido doblemente y disfrutar de las vistas una vez en la cima.
La Collada de Llomena
Tomamos la AS-261 en dirección a San Juan de Beleño, para enlazar con la PO-2 en dirección a Viegu, hasta La Collada de Llomena, ubicada en el kilómetro 7 de esta vía. Una pequeña explanada al lado de la carretera hace las veces de aparcamiento. Las vistas desde aquí ya son privilegiadas, pues nos encontramos a una altitud de 990 metros. Una cota bastante elevada que nos facilitará mucho las cosas. Apenas debemos superar un desnivel positivo de 600 metros para alcanzar la cima.
De Llomena parten dos pistas: la que sube hacia el Sur camino de Les Bedules, y la que llanea hacia el Norte en dirección al Pierzu, que se divisa al fondo. El sendero está bien señalizado, con marcas blancas y amarillas, por estar catalogado como ruta de Pequeño Recorrido, PR-AS 211, dentro del Parque Natural de Ponga.
La ascensión al Picu Pierzu
El primer tramo es cómodo: una pista ancha de tierra que va ascendiendo levemente durante unos dos kilómetros, aproximadamente. A mitad de esta pista encontraremos una buena fuente, pero hay que tener en cuenta que salvo en el inicio de esta pista, el resto de la ruta discurre de una forma expuesta, sin apenas zonas de sombra, por lo que se recomienda realizar la ruta temprano, evitando las horas de más calor.
Llegaremos a una antigua cantera, donde arranca un sendero ascendente a la derecha que afronta la sierra Excueño que debemos coronar. La pendiente ya se hace más pronunciada y el camino zigzaguea en sinuoso ascenso. El propio sendero se va transformando en varias sendas de ganado que transcurren por la ladera (cubierta de matorral de acebos, escobas y felechos, todo ello entre algunas hayas), hasta que llegamos al alto de la loma desde donde se divisa el valle de Aranga y el pequeño lago de mismo nombre, con el fondo majestuoso del Tiatordos y la Peña Sobancio. Seguimos avanzando por la cordal hasta llegar a la majada de Cerboes (1.258 m), donde veremos tres cabañas rodeadas de fresnos.
En este punto tenemos dos opciones para continuar. La primera es dejar las cabañas a la izquierda, dirigiéndose hacia la derecha para cruzar la línea de cumbres, y tomar un sendero que nos lleva, en fuerte ascensión, hacia un collado que vemos al fondo. Al llegar a la línea de cumbres giramos a la izquierda, caminando hacia la otra ladera, donde nos encontramos con un sendero en una zona herbosa con multitud de piedras. La segunda opción consiste en tomar el camino que parte junto a la cabaña más elevada, desde donde tomamos otro camino que asciende por la ladera rocosa y llega bajo la falda del Pico Pierzu, punto de unión con la primera alternativa.
A partir de aquí, prestando siempre atención a las marcas para no perderlas, es muy sencillo llegar hasta la cumbre. La senda siempre lleva la misma orientación y en ocasiones incluso vemos el pilote que marca la cima.
En la cima del Pierzu
Una vez arriba, nos asaltan las panorámicas. Las montañas que asoman más al Norte se corresponden con la sierra del Sueve y la del Cuera, más próximas al mar. Un poco antes se divisan Arriondas, Cangas de Onís, poblaciones del concejo de Ponga, como Cazu o Ambingue, y del concejo de Amieva, Pen y Cirieñu. Hacia el Este, sobre la frondosidad de los hayedos, emerge el macizo occidental de Picos de Europa, y hacia el Sur, las mayores altitudes de Ponga, sus profundos cortados y el Arcenoriu, dando cobijo al bosque de Peloño. También sobresale Peña Ten. Hacia el Oeste el cordal de Ponga con el Maciedome y el Tiatordos, así como el Canto del Oso. Justo debajo de nosotros se extiende una gran zona de pastos.
Después de un buen rato pasmados y tras haber repuesto fuerzas, regresamos por el mismo camino.
Información de interés:
Punto de partida: Tomamos la AS-261 en dirección a San Juan de Beleño, para enlazar con la PO-2 en dirección a Viegu, hasta La Collada de Llomena, ubicada en el kilómetro 7, donde existe un aparcamiento.
Itinerario: Collado Llomena-Cantera- Majada de Cerboes-Pico Pierzu
Dificultad: Media
Distancia: 4 km 800 m (ida)
Duración: 2 horas 10 minutos (subida)
Altura máxima: 1.552 m. (Pico Pierzu)
Altura mínima: 993 m (Collado Llomena)
Desnivel acumulado: Unos 600 m.
Pendiente media: 12.5%
Observaciones:
salvo en algún tramo de la pista inicial, el resto de la ruta discurre expuesto y sin apenas zonas de sombra, por lo que se recomienda realizar la ruta temprano, evitando las horas de más calor.
Texto: © Ramón Molleda para asturias.com
