Historia y orígenes: un testimonio medieval
El tiempo y la mano del hombre han transformado su fisonomía original. A lo largo de los siglos, el edificio ha experimentado sucesivas reformas: en el siglo XVIII se añadió la espadaña, mientras que en los siglos XIX y XX se le sumaron capillas laterales, el pórtico y el baptisterio, alterando su primitiva estructura. Aun así, su esencia románica pervive, especialmente en su portada occidental, donde reposa su elemento más singular: el tímpano esculpido, una rareza en la arquitectura medieval asturiana.
El tímpano de San Juan de Priorio: una obra única en Asturias
La portada románica, cobijada por el pórtico construido en el siglo XX, es la joya del conjunto. Su tímpano historiado representa a Cristo en Majestad, el Pantocrátor, rodeado por el Tetramorfos, es decir, los cuatro evangelistas simbolizados por el águila de San Juan, el león de San Marcos, el toro de San Lucas y el ángel de San Mateo. Dos ángeles flotan sobre la escena, añadiendo un aire celestial a la composición. La imagen es enmarcada por cuatro arquivoltas que reposan sobre capiteles vegetales y fustes decorados en espiral, otro elemento infrecuente en el arte románico asturiano.
Puede que este no sea el tímpano románico más espectacular que hayas visto, pero tiene algo muy especial: es el único tímpano románico esculpido que se conserva en Asturias, y refleja la influencia del románico internacional, posiblemente traída por los peregrinos del Camino de Santiago. No es de extrañar, pues, que San Juan de Priorio se ubique a escasa distancia de la ruta jacobea del Camino del Norte, confirmando su relación con el fenómeno peregrino medieval.
Elementos arquitectónicos y decorativos: un legado de siglos
A pesar de las reformas que han modificado su estructura original, la iglesia conserva notables elementos de su pasado románico. Su planta de cruz latina con cabecera semicircular revela la disposición medieval, aunque las ampliaciones posteriores hayan desdibujado su primitiva silueta.

Dentro del templo, destaca el arco triunfal que separa la nave del ábside, con capiteles decorados y una pila de agua bendita adornada con motivos de entrelazos y hojas, evocando la escultura medieval. En el exterior, los canecillos esculpidos, reaprovechados en la zona del crucero, muestran una rica iconografía que va desde motivos geométricos hasta figuras animales y humanas, testimonio de un simbolismo perdido en el tiempo.
La restauración llevada a cabo en 2006 devolvió a la iglesia parte de su antiguo esplendor. Se reforzó la techumbre, realizada en madera de castaño a dos aguas, y se restauraron las esculturas, asegurando la conservación de este testimonio medieval para las futuras generaciones. Fue declarada Monumento Histórico-Artístico el 7 de mayo de 1965.
Cómo llegar y recomendaciones para el visitante
San Juan de Priorio se encuentra en la parroquia homónima del concejo de Oviedo, a escasos metros del Balneario de Las Caldas, un enclave de aguas termales con siglos de historia. El acceso es sencillo desde la capital asturiana: basta con seguir la carretera AS-322 en dirección a Las Caldas. Para quienes prefieran el transporte público, existen líneas de autobús que conectan Oviedo con esta zona.
Para quienes deseen disfrutar al máximo de la experiencia, aquí van algunas recomendaciones:
1 · Relajarse en el Balneario de Las Caldas: ya sea en su versión más moderna o en la más tradicional, una sesión termal nunca está de más.
2 · Pasear por la ribera del Nalón: especialmente recomendable en otoño, cuando la naturaleza ofrece su mejor espectáculo de colores.
3 · Probar la gastronomía local: no faltan en los alrededores lugares donde disfrutar de una buena fabada o de un arroz con pitu de caleya, acompañado, por supuesto, de una sidra bien escanciada.
Texto: © Ramón Molleda para asturias.com
