Los actos en honor a Nuestra Señora de la Salud, patrona del concejo de Cabrales, se celebran siempre el domingo siguiente al ocho de septiembre que es el Día de Asturias, la jornada festiva de la comunidad autónoma.
La historia de esta devoción se vincula a la de un emigrante cabraliego, Francisco Bueno de la Bárcena, que enfermó en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) en torno a 1830 y, que al librarse de la ceguera, mandó traer desde Sevilla una virgen de marfil a la que se construyó una capilla en Carreña.
Desde entonces, la Virgen sólo abandona su santuario una vez al año, lo hace para la multitudinaria procesión donde todos los habitantes de Carreña, así como los vecinos de los pueblos del municipio (Arenas, Arangas, Tielve, Asiegu, Berodia, Puertas…) se vuelcan para celebrarlo; cada uno con sus cánticos y ofrendas particulares de ramos. La fiesta de Carreña se convierte en la fiesta de un municipio entero.
«Hoy bajamos a cantarte, en el día de tu fiesta todos juntos venerarte».
Las mujeres lucen los trajes tradicionales de aldeana y los hombres los de porruano. Los ramos, todos distintos y con sorprendentes motivos florales, trabajados al detalle y engalanados con todo el cariño, llegan a la capilla pasado el mediodía. Los jóvenes los llevan a hombros. Los niños cargan con ramos más propios de su estatura.
Las mozas, que también adornan sus panderetas con lazos de diferentes tonalidades según la localidad, entonan estrofas populares como ésta:
«Es Carreña quien te canta,
no somos nosotras, madre.
Es Carreña quien te canta,
el pueblo está de rodillas,
ante tí en acción de gracias»
Castañuelas, panderetas, tambores y gaitas marcan el ritmo toda la jornada, tanto en la misa solemne en la plaza del pueblo como en la multitudinaria procesión por las calles y barrios de la capital cabraliega.
Los actos festivos ya comienzan en la víspera, la noche del sábado, con la tradicional y vistosa salida y quema del Panorama a la luz de fuegos artificiales. Una figura de madera y papel, de tradición centenaria, que cada año cambia de motivo. Más de 100 años de historia promovida por los artesanos cabraliegos, que en un inicio tenía el propósito de iluminar a las aldeanas cuando ofrecían el ramu a la Virgen.
El día grande, tras los actos religiosos, tiene lugar una espectacular concentración de gaiteros y gaiteras organizada por la banda local: Picos de Europa DOP Cabrales. Se trata del Festival Picos de Europa, que cuenta con la participación de bandas de gaitas de todo el principado, culminando con la «gran parada», donde más de un centenar de gaiteros, todos a una, deleitan al público que abarrota la calle principal.
Texto: © Ramón Molleda para asturias.com
