Enclavado en un paraje de bosques autóctonos y praderas verdes, el restaurante ocupa una antigua casa de labor restaurada con mimo y respeto, donde el confort moderno convive con la esencia rural asturiana. Todo ha sido pensado para el disfrute de quienes nos visitan: un lugar donde la naturaleza se asoma a cada ventana y el tiempo parece detenerse.
Aquí, el ritmo es otro. Disponen de ocho mesas y un máximo de dieciocho comensales por turno, para garantizar una experiencia tranquila y cercana. Las amplias instalaciones interiores y exteriores están concebidas para que cada visita sea algo más que una comida: un momento de sosiego, sabor y paisaje.
El equipo
Detrás de este proyecto están Carlos Bacallao, Josa Gallego y Carlos Gallego.

Carlos y Josa decidieron dejar atrás el ajetreo de la ciudad para buscar un lugar donde vivir y dar forma a sus sueños. El destino les trajo hasta este rincón del concejo de Cabranes, donde encontraron el entorno perfecto para hacerlo realidad.
A su lado, el chef Carlos Gallego aporta la experiencia y la inspiración que marcan su cocina. Formado en los fogones del Casino Gran Madrid, fue jefe de cocina en el D’E Sergi Arola de la calle Velázquez y más tarde emprendió viaje a Doha (Qatar), donde abrió un restaurante de cocina mediterránea y organizó eventos para la familia real catarí. Hoy, es el alma creativa: con él experimentan la alquimia de los sabores y la emoción de transformar los productos del entorno en algo único.
La cocina
Los menús cambian con las estaciones del año y con la llegada de los productos de temporada. Se abastecen, siempre que es posible, de proveedores locales, lo que les permite trabajar con una frescura y una calidad inigualables. Les apasiona cocinar, investigar, probar combinaciones nuevas.
Su cocina tiene 1 Sol en la Guía Repsol 2025.
Dónde están
Se encuentran en el concejo de Cabranes, corazón de la Comarca de la Sidra, un territorio de suaves colinas, valles frondosos y bosques autóctonos declarados de protección paisajística. Un entorno rural, silencioso y auténtico, ideal para disfrutar de la calma y del sabor de lo natural. Bien comunicados: a menos de 45 minutos de Oviedo, Gijón o Cangas de Onís, y a tan solo 18 minutos de Villaviciosa, en la costa.
Los clientes opinan…
· Los clientes destacan que los platos se presentan con mucho mimo, tanto en estética como en ejecución —por ejemplo: “El menú es una auténtica experiencia gastronómica. Cada plato se presenta como una obra de arte…”
· Se valora la creatividad en sabores y texturas: “variedad de platos de sabores y texturas que degustamos…”
· Buen nivel de calidad en la materia prima y la elaboración: “platos llenos de sabor, con una calidad excelente…”
* Fotografías tomadas de la web y redes sociales del restaurante.







